viernes, 16 de mayo de 2014


Cuando uno tiene el deber de acordarse de TODO,  recae el peso de tomar la responsabilidad de lo que "no se acordó hacer", como consecuencia vienen serias y varias emociones: culpa, estrés,  remordimiento, pérdida momentánea de la cordura, incluso inculpar a otra persona por no ayudar a compartir lo "que hay que recordar", etc.

Quien sea madre podrá entender las pocas y desesperadas líneas arriba escritas.